En esta
entrada de hoy quiero comentar un texto leído en clase que la verdad me ha
sorprendido bastante. Estoy hablando del primer fragmento del libro La ciudad
de las damas que explica porque surgió ese libro. En este fragmento, la autora,
Cristina de Pisan cuenta que mientras estaba en su estudio le dio por leer el
libro de las Lamentaciones de Mateolo. Este libro, como mucho otros escritos en
aquella época y de épocas anteriores eran completamente machista y misógino. Tras
leerlo, la autora reflexionó y llegó a la conclusión de que, ya que no solo era
Mateolo el que lo decía, sino que muchos grandes hombres: filósofos,
pensadores, clérigos… coincidían en lo mismo, no quedaba otra opción que no
fuera que ellos estaban en lo cierto. En el momento en el que llegó a esta
conclusión no pudo más que sentir desconcierto y asco y repulsión hacia sí
misma por el hecho de haber nacido mujer. Después de examinar su conducta y la
de muchas otras mujeres con las que había coincidido, tanto de clase alta como
baja, se dio cuenta de que no encontraba en ellas ni en sí misma la maldad de
la que aquellos filósofos, clérigos y pensaros hablaban en sus libros. Sin embargo,
seguía convencida de que estaban ellos en lo cierto y se lamentó de que Dios
hubiera sido capaz de crear un ser tan horrible, maligno y repugnante como eran
las mujeres.
Esta reacción
de la autora me lleva a pensar ¿cómo de sometidas tenían que estar las mujeres
en esa época para llegar a odiarse a sí mismas por el simple hecho de ser mujer
y aun teniendo todas las pruebas de que las mujeres no son malignas y ruines
como los autores misóginos de su época decían? Este hecho da mucho que pensar. Todos
sabemos que desde principios de la historia hemos vivido en una sociedad
machista, que por desgracia todavía no ha desaparecido del todo a día de hoy. Sin
embargo, leer algo tan duro, unos pensamientos de odio hacia su ser de una
mujer por eso, por el mero hecho de ser mujer nos muestra la poca importancia
que le daban a las mujeres en esa época. Sin embargo, aunque el libro empieza
así, y podemos pensar que la continuación no va a ser más que otro libro
misógino, pero esta vez escrito por una mujer, la cosa cambia, ya que en la
continuación, la autora cuenta que la visitan 3 damas divinas podríamos decir,
que la hacen entender que lo que esos hombres dicen de las mujeres no es nada
más lejos de la realidad y que debe fiarse de ella misma antes que de otros.
Por tanto,
este libro se convierte en una de las primeras manifestaciones contra la
misoginia y uno de los primeros documentos feministas. Esta actitud que tuvo
Cristina de Pisan al escribir su obra, es lo que la hace ser tan importante en
la historia ya que teniendo en cuenta lo duro que podía llegar a ser para una
mujer, aunque tuviese una buena posición social como era su caso, vivir aquella
época, cuanto más criticada debió haber sido al adoptar esta postura que ahora
llamaríamos feminista. En este enlace os dejo más información sobre el feminismo de Cristina de Pisan.
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