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lunes, 27 de febrero de 2017

CANTO AL SER HUMANO

  Hemos leído en clase de literatura universal a uno de los grandes poetas del siglo XIX, contemporáneo a Goethe y perteneciente a la misma corriente literaria, el Romanticismo. Este autor es el reconocido Walt Whitman.

    En este poema existe una ironía, a mi parecer preciosa, entre el título y lo que el poeta quiere expresar. El poema se titula Canto a mí mismo, pero como dice en los dos primeros versos: ''Me celebro y me canto a mí mismo,/ y lo que diga yo ahora de mí, lo digo de ti''.

   El autor no sólo se canta a sí mismo, celebra la existencia de todo ser humano y, más concretamente, su naturaleza, por la cual expresa un anhelo de la posibilidad de que pueda llegar a ser desenfrenada y no limitada por la sociedad.

    Aunque lo más importante del poema se encuentra aún entre estas líneas, pues no habla de de dónde venimos ni hacia dónde vamos, sino de dónde nos encontramos, que se trata del mismo lugar para todos. 

   Estamos todos los seres vivos, no sólo los humanos, en este universo, en esta galaxia, en el planeta Tierra. Para que el lector llegue a esta conclusión, ignorada por nadie en cuanto a la teoría pero por todos en cuanto a la práctica, hace un uso abundante a lo largo de todo el poema del recurso retórico de la deixis, con expresiones temporales (como ''hoy'' y ''ahora'') y de lugar (como pueden ser ''aquí'' y ''sobre la tierra'').

   Pero no sólo hace que el lector llegue a una conclusión. Él mismo llega a la conclusión de que al encontramos todos aquí interactuando, estamos desgraciada o afortunadamente, lo mismo al bien que al mal, interconectados. 

   
  
     

EL FEMINISMO GUILLOTINADO

Olympe de Gouges fue una escritora, dramaturga y feminista revolucionaria de mediados del siglo XVIII nacida en la ciudad de Montauban, situada al sur de Francia. Su nombre real es Marie Gouze, pero cuando se trasladó a París y comenzó a escribir literatura adoptó este pseudónimo.

Se involucró en círculos revolucionarios y abolicionistas y mantuvo actividades contra leyes y costumbres que atentaban contra la moralidad, como puede ser la trata de esclavos negros, punto de vista que puede observarse en su libro La esclavitud de los negros, cuyo título fue, por cierto, cambiado para ser representado bajo el nombre de ''Zamore y Mirza o el feliz naufragio.

Olympia vivió el triunfo de la Revolución Francesa y el dictamen de la famosa Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, en el que se excluía por completo a la mujer y sus derechos.

Como la feminista que era, Olimpia no podía dejar esto impune, por lo que hizo su propia justicia poética escribiendo la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana (uno de los primeros textos que reivindican los DD de la mujer); no sin antes escribir numerosos artículos y ensayos, además de respuestas a sus no pocos detractores desde el periódico El Impaciente.

También fue miembro del Club de lo amigos de los negros y fundó varias sociedades fraternas en las que se admitía la entrada a ambos sexos. Sus obras, tanto literarias como ensayísticas, defendían principalmente el derecho de la mujer al voto, así como a la educación, a formar parte de la vida política y del ejército.

Luchó contra la muerte del rey Luis XVI y su mujer María Antonieta, además de criticar la política de Roberpierre, lo que le costó la muerte por guillotina dejando su último texto Una patriota perseguida. 

EL MARQUÉS DE SADE

  En la entrada de hoy me gustaría hablaros de un personaje un tanto peculiar sobre el que hace unos días hice una exposición en clase. EL personaje en cuestión es el Marqués de Sade. El Marqués de Sade, cuyo nombre completo era Donathien Alphonse François de Sade, fue un filósofo y escritor francés. Escribió obras como Justine o los infortunios de la virtud, Los crímenes del amor, Juliette o las prosperidades del vicio y numerosas novelas, cuentos y obras de teatro. Debido al contenido de estas, sus obras estuvieron incluidas en el Índice de los libros prohibidos de la iglesia  (Index librorum prohibitorum). A pesar de ello, este autor inspiró a escritores de la talla de Flaubert o Dotoyevsky. 

  En cuanto a la relación de este autor con el sadismo, hay que decir que el sadismo, que es la perversión sexual del que provoca su propia excitación cometiendo actos de crueldad en otra persona según lo define la RAE, toma su nombre de este personaje. Esto se debe a la aparición de estas conductas tanto en su vida personal como en las obras que escribió. 
  
  Algunos escándalos que destacan de su vida son el escándalo de Arcueil, donde violó y torturó a una mujer, y el caso de Marsella, donde envenenó a las prostitutas con las que había tenido una orgía. Conocidos estos escándalos no es de extrañar que el Marqués de Sade fuera internado varias veces en el manicomio. 

  Si os ha resultado un personaje tan curioso como a mí podéis pinchar aquí para obtener más información sobre su vida. 




domingo, 26 de febrero de 2017

LA BONDAD DE EMILY

En la última clase de literatura universal estuvimos comentando dos poemas de la autora norteamericana Emily Dickinson. Entre todos llegamos a la conclusión de que en el primero de estos poemas el tema principal que trataba era la bondad como el sentido de la vida mientras que en el segundo, el cual me llamo mucho la atención ya que la voz poética está muerta, también trata sobre el mismo tema aunque con un enfoque distinto. En este último la autora habla de la belleza y la verdad, que son las dos palabras claves del poema, pero en este caso tienen distinto sentido al que se le da normalmente. Emily Dickinson entiende la belleza como la máxima expresión de la bondad, al igual que ocurre con la verdad, a la que también considera una manifestación del bien.

  En estos dos poemas, los cuales no ocupan juntos más de 30 lineas, podemos ver el increíble talento de esta autora. Ya solo en el primero, que solo consta de 7 líneas, encontramos cantidad de recursos estilísticos como anáforas, que utiliza para refrenar el ritmo, y vemos la manera tan sutil, original y a la vez acertada que tiene de darnos a entender que a ella la tranciende la bondad, que el único objetivo que le ve a la vida es encontrar el bien.

  Desde mi punto de vista una persona que en tan solo 7 líneas es capaz de expresar unas ideas tan nobles es alguien digno de admirar, por lo que haciendo caso a mi curiosidad y echando mano de algunas páginas y blogs de internet encontré información sobre esta admirable autora. No fue pequeña mi sorpresa cuando descubrí que había vivido los últimos 15 años de su vida encerrada en una habitación, que no gustaba de saludar a sus invitados y más aun ¡que no consideraba sus poemas lo suficientemente buenos para publicarse! Después de leer un poco más sobre su vida llegue a cierta conclusión que quizá muchos consideren incorrecta o aventurada pero que me gustaría compartir con aquellos que me lean. En mi opinión, el motivo de que Emily Dickinson considerara algo tan trascendental la bondad fue por la vida que llevó. Según he leído, muchos de los poemas que escribió van destinados a un amante del cual no se conoce la identidad, solo se dice que no pueden casarse. Hay teorías que dicen que este podría ser un pastor que estaba casado o bien un amor de la juventud que el padre de esta prohibió. Emily lo único que buscaba era poder estar con ese amor al que en tantos poemas menciona y o bien por culpa de lo que ella pudo considerar en su momento la maldad de su padre o bien por el hecho de que su amado ya estuviera casado no pudo conseguirlo. Probablemente Emily consideró en su momento ese amor el motivo de su vida, el sentido que tenía vivirla, y en el momento en el que se le fue arrebatado tuvo que buscarle otro sentido a la vida. La bondad y el bien sin duda fueron los elegidos y fue a lo que quiso dedicar el resto de su vida.

 Si os ha picado la curiosidad por esta autora tanto como a mí os dejo un enlace a una web con más información sobre ella y su vida y otro a una página donde podéis leer sus poemas.

CANTO AL PANTEÍSMO

"Me celebro y me canto a mi mismo" Una forma un poco prepotente de comenzar un poema ¿no? Pues así es como comienza Walt Whitman su célebre Canto a mí mismo. A pesar de que por el título y este primer verso podamos intuir que se trata de un poema de alabanza a sí mismo, de ensalzar sus virtudes, nada más lejos de la realidad. Lo que descubre el lector cuando lee el poema es que Walt Witman ha utilizado su propia figura para hablar de todos los hombres. No se canta a sí mismo en concreto, ni a ti,ni a mí, sino a cualquiera que le lea, a cualquier persona que se pueda sentir identificada con lo que él tiene que decir. En este poema expresa una idea panteísta. El tema fundamental es que todos venimos, estamos y vamos al mismo sitio, es decir, la naturaleza en sentido global. Al principio del poema, cuando dice "Y lo que diga ahora de mi, lo digo de ti" es cuando expone claramente esta idea panteísta que comentaba al principio. Después continúa hablando de la tierra, pero no de la tierra como planeta, sino de la tierra donde el vive, donde se ha criado. Escribe el poema como si en ese momento estuviera, como dice en el poema, tumbado en la hierba. En la última parte del poema es cuando ya no solo habla de su visión panteísta, sino que invita al lector a reflexionar sobre la misma y a compartirla con él.
  
  La forma en que está escrito no nos conduce a pensar que fue escrito en el siglo XIX. Parece un poema moderno ya que en él hay versos como "Tengo treinta y siete años/ mi salud es perfecta", que parecen una descripción técnica y versos como "Que se callen ahora las escuelas y los credos/ Atrás. A su sitio" que da la impresión de un diálogo. Incluir versos de este tipo en un poema era algo muy poco común en la época, lo que hace que este destaque. Además de esas innovaciones en los versos, vemos una enorme riqueza en la deixis de este poema, tanto pronominal como temporal y espacial. Por todo el poema hay referencias a quién es la persona que habla y a quién se refiere, dónde se encuentra esa persona que habla, y en qué momento está hablando, presente, pasado o futuro.

  Por todas estas cualidades es que este "Canto a mí mismo" es sin duda una obra de arte. Pocos autores han conseguido transmitir una idea tan complicada como la de la interconexión entre todos los seres del planeta de una manera tan clara y a la vez original y llena de recursos.


sábado, 25 de febrero de 2017

¿ES EL HOMBRE ES BUENO POR NATURALEZA?

En la clase de hoy de Literatura Universal, mi compañero Carlos Canales ha hecho una exposición sobre Rousseau. Como bien ha dicho él, Rousseau fue un polímata suizo francófono. Fue un escritor, pedagogo, músico, botánico, naturalista y filósofo, que aunque definido como ilustrado, en él se presentan grandes contradicciones que lo separan de los principales representantes de la Ilustración. Como ha dicho mi compañero Carlos en su exposición, las ideas de Rousseau influyeron en la Revolución Francesa, el desarrollo de las teorías republicanas y el crecimiento del nacionalismo. Dos de las citas más conocidas de este hombre son:"El hombre es libre pero en todos lados está encadenado" y "El hombre es bueno por naturaleza". Sobre esta última cita es sobre lo que va a tratar mi entrada de hoy. Esto tambien está relacionado con las últimas clases que hemos dado en las que hemos hablado sobre Frankestein, su maldad o bondad y su naturaleza

  Lo que Rousseau afirmaba con esta frase es que la naturaleza del ser humano es buena, que los hombres no nacemos siendo malos, sino siendo buenos y libres, pero es la sociedad la que destruye esa bondad y nos pervierte. Para apoyar esto se apoyaba en la tesis del buen salvaje, la cual dicta que un ser humano en su estado natural, original y primitivo es bueno y cándido perola vida social y cultural, con sus vicios, lo pervierten llevándolo al desorden físico y mental. Según esta tesis el hombre en su estado primitivo es superior moralmente al hombre civilizado.

  Desde mi punto de vista, Rousseau tiene razón al afirmar que el hombre es bueno por naturaleza. Creo que los seres humanos nacemos con buena voluntad, nadie nace deseando hacer el mal. Sin embargo, las circunstancias en las que nos toca vivir, las influencias que tenemos y las experiencias que tenemos son las que nos obligan a moldearnos y adaptan esa bondad inicial a una personalidad más cruel o ruin. vemos ejemplos de esto todos los días. Una persona de la cual se han aprovechado durante toda su vida, y ha tenido la mala suerte de no vivir en las mejores circunstancias, obviamente será más desconfiada y dejará ver menos esa bondad innata que una que haya tenido la fortuna de vivir en circunstancias favorables y sin llevarse decepciones de otras personas. Como todo, esto no es algo exacto aplicable a todo el mundo, ya que muchas veces nos sorprendemos al comprobar que personas que han sufrido y han sido humilladas o maltratadas, que aparentemente tendrían motivos para que su carácter fuera reservado, desconfiado, frío e incluso cruel, son las que nos dan una lección de moralidad demostrando un compartimiento bueno y cándido como el que Rousseau afirmaba que tenían los hombres primitivos.

  No soy nadie para contradecir o cambiar las palabras de Rousseau, pero para finalizar la entrada me gustaría añadir que, siempre hablando desde mi perspectiva, a pesar de que el hombre es bueno por naturaleza y es la socedad quien lo pervierte, somos nosotros mismos los que debemos decidir hasta que punto esta sociedad, circunstancias, experiencias o como lo queramos llamar, pueden actuar en nuestra moral y hacer que cambie nuestro buen carácter. La única que persona que puede decidir cómo quién y cómo debe ser es uno mismo.

martes, 21 de febrero de 2017

LA NATURALEZA HUMANA

  Este mes hemos estado hablando en literatura universal sobre la relación que existe entre la naturaleza y el mal con textos como The Tiger, Frankenstein o autores como Rousseau y la pregunta que ha surgido es, ¿es el mal propio de la naturaleza o es la sociedad la causante?

  Es cierto que en nuestra parte natural se encuentra una parte de maldad, si es que puede atribuir esta palabra a nuestros instintos, que en ningún caso elegimos. Pero si existe algo que realmente no escogemos y nos es enteramente impuesto desde nuestro nacimiento es la sociedad.

  Estamos regidos en mayor o menor medida por la sociedad. Pagamos el precio de reducir al mínimo nuestros instintos como mamíferos estando en público a cambio de algo de seguridad. Y digo algo y no seguridad en su totalidad porque la justicia, derechos, educación y dignidad, que son probablemente los mejores inventos dentro de este invento ya no funcionan; cada vez vendemos nuestra vida por menos. 
  
  Por supuesto que en la naturaleza existen los mismos actos escalofriantes. Por ejemplo, en el reino animal son constantes las agresiones físicas y sexuales. Entre los humanos existen también las agresiones verbales, al estar dotados del lenguaje, pero las dos anteriores se dan continuamente alrededor del mundo. 

  Pero ésta no es la única diferencia. La más notable es, probablemente, que un león no sabe qué está bien y qué está mal. No es consciente de ni consecuente con sus actos, y mucho menos es capaz de sentir empatía. A nosotros esto nos es enseñado desde pequeños, es nuestra elección aplicarlo o no. 

  Aún así, existen casos en los que el agresor no puede controlar sus impulsos por las experiencias que él mismo ha vivido, como pueden ser continuas agresiones o violaciones sufridas a una edad muy temprana. Esto no lo justifica, por supuesto, pero es más común de lo que popularmente se piensa que la víctima se convierta en el verdugo. 

  Estaríamos hablando entonces de una cadena a modo de bucle. La única manera de parar este bucle estarían en la reinserción y la justicia. La mayoría de gente no cree en la primera; yo, personalmente, no creo en la segunda. 

  Sólo una mínima parte de la búsqueda de justicia de agresiones no es desechada, aunque sea una gran parte la que es denunciada. Que esta mínima parte no sea desechada no es un consuelo y no es justicia y, por tanto, no vale nuestra libertad.

  Ya es imposible salir de la sociedad, pues estamos demasiado absortos en ella pero somos tantos que me es imposible concebir que no podemos cambiarla y civilizar a la civilización.

viernes, 17 de febrero de 2017

EL PARADIGMA DEL ROMANTICISMO

  En esta entrada hablaré sobre el autor de obras como Werter o Fausto; esta última de la importancia digna de un clásico de la literatura. Su autor es Wolfgang von Goethe, que no fue sólo una de las mayores influencias del Romanticismo, sino también un poeta, dramaturgo, novelista y científico del siglo XVIII.

  Goethe nació en Weimer (Alemania). Su vida entera se encuentra en Poesía y verdad, un libro autobiográfico. De su vida conocemos sus intereses, que son bastante amplios, pues cultivó tanto las letras y el derecho como las ciencias, sin dejar nunca de lado el arte. También conocemos el origen de la partícula ''von'' incluida en su nombre. Ésta fue otorgada por el Duque Carlos Augusto con el objetivo de otorgarle un puesto del mismo nivel que el de un ministro.

  Sus obras arriba mencionadas son sólo una parte de su bibliografía, pero son la parte más importante e influyente escrita por este autor. Lo más curioso de Werter no es que fuese la obra modelo del Romanticismo, sino que estaba basada en una de las experiencias del propio autor. Esta experiencia no es otra que el amor platónico que sentía Goethe por la mujer de uno de sus amigos. Otro dato muy curioso sobre esta obra es la ola de suicidios adolescentes que la precedió, imitación de la obra; que es, a su vez, una representación en papel de una escena real.

  La segunda obra mencionada esta dividida en dos partes y tiene como título el nombre de su personaje principal: Fausto. Este personaje es un anciano que ha adquirido todos los conocimientos de la vida menos el misterio de ésta, aunque para ello tuvo que pagar el precio de no haber disfrutado de los placeres mundanos. Para conseguir esto último, paga un precio aún más alto vendiendo su alma a Mefistófeles, el diablo. 

  Pero no sólo él mismo escribió sobre su vida, su secretario Eckermann anotaba todas las conversaciones que mantuvo con el autor y las recopiló en Conversaciones con Goethe. Y por si aún nos cabe alguna duda sobre la importancia de este autor, debemos saber que su apellido da nombre al Goethe-Institut, institución que se encarga de nada menos que de difundir la cultura alemana de forma internacional.

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Wolfgang von Goethe




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Goethe-Institut en Alemania








domingo, 12 de febrero de 2017

WERTHER NOS DA LA BIENVENIDA AL ROMANTICISMO

Como habréis podido ver por el contenido de las últimas entradas, en la clase de Literatura Universal hemos dejado atrás el siglo XVIII y la ilustración para meternos de lleno con el siglo XIX y el romanticismo, y sobre eso vengo a hablaros en esta entrada.

  Lo primero de todo ¿Qué es el romanticismo? El romanticismo es un movimiento cultural que tuvo origen en Alemania y Reino Unido a finales del siglo XVIII. Nace como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración, y se le confiere especial importancia a los sentimientos. Y ahora bien, en el tema que nos atañe, que es la literatura, ¿qué significó este movimiento? 

  Las obras escritas en esta época rechazan ya el racionalismo tan característico de la ilustración, dándole mucha más importancia al sentimiento que a la razón. El universalismo y el normativismo del siglo anterior desaparecen para dar paso a un sentimiento nacionalista y una libertad y espontaneidad total de los autores. La imitación de los clásicos grecolatinos también se ve sustituida por la originalidad y la creatividad de los autores y la naturaleza sobre la que escriben ya no es arreglada y tranquila como en la Ilustración, sino que se describen paisajes indomables que dan sensación de inmensidad.

  Todos estos rasgos de las obras literarias góticas se pueden apreciar con claridad en la que es considerada la primera obra romántica: Las desventuras del joven Werther o Las penas del joven Werther. Fue escrita por Goethe y fue publicada por primera vez en el año 1774. En esta novela Goethe utiliza el recurso epistolar, Werther, el protagonista, le escribe cartas a su amigo Guillermo. La obra narra las aventuras de un joven pintor que se muda a un pueblo alemán en el que sufre un amor no correspondido que le lleva al suicidio. Como ya he mencionado antes los rasgos del romanticismo están muy presentes en esta novela. Podemos apreciar la importancia de los sentimientos sobre la razón cuando Werther habla de sus sentimientos hacia Lotte y del sufrimiento que le causa el no ser correspondido. Basta solo con leer uno de los pasajes en los que Goethe describe los paisajes del pueblo al que se muda Werther para darse cuenta de que la naturaleza calmada de la Ilustración ha desaparecido y ahora los paisajes transmiten inmensidad y grandeza. También vemos como el normativismo desaparece ya que Goethe da rienda suelta a su imaginación y a todos sus recursos en esta novela. 

  Guste o no, esta novela es y debe ser considerada de gran importancia en la literatura universal ya que cierra por completo la puerta del Siglos de las luces para dar paso a algo completamente diferente: El romanticismo.







sábado, 11 de febrero de 2017

EL MIEDO REAL EN LA FICCIÓN

   Hemos leído en clase un pequeño fragmento de una de las obras maestras de la literatura universal, Frankenstein. Su autora, Mery Shelley, innova en la novela gótica otorgando a la creación de la vida un medio científico y no uno mágico o místico. 

  En este fragmento se aprecia en los dos primeros párrafos la modalidad descriptiva por parte del científico creador de Frankenstein, primero de la escena y después del monstruo. El científico muestra su desagrado por la parte física de su creación, llegando a emplear las palabras catástrofe o engendro.

  En la segunda parte predominan las modalidades narrativa y expresiva en primera persona a manos del propio monstruo. Narra su llegada desde el bosque hasta el cobertizo en el que se refugia. 

  Pero lo más llamativo es que este ''monstruo'' no sólo siente, sino que sabe qué siente. Siente frío, hambre y sed; siente confusión, miedo y dolor emocional. Lo primero causado por su creador, lo segundo por la marginación. 

  Y esta marginación no puede estar movida por otra cosa que no sea la xenofobia. La xenofobia es una de las fobias más peligrosas, tanto para quien la padece como para quien la sufre. ¿Sabéis ese miedo a la oscuridad que se manifiesta en la mayoría de niños? Lo llamamos miedo a la oscuridad por llamarlo de algún modo, pues realmente este miedo se encuentra en no ver qué hay, en no saber qué les rodea, en lo desconocido. 

  Es entonces cuando imponen su luz, algunos la de su habitación, otros la del pasillo y otros tantos la de una pequeña lamparita, a algo tan natural como es la oscuridad, con el único objetivo de poder descansar en paz. Y qué maravillosa paradoja que al cerrar los ojos no puedan ver más que la oscuridad, pues así funciona la biología de nuestro cuerpo que es, permitidme la contradicción a la creencia popular, mucho más sabia que la mente consciente y ''racional'' del ser humano. 

  Me gustaría decir que esta xenofobia la crea quien la padece y es una elección, pero la verdad es que está impuesta la mayoría de veces. Yo misma admito que si me encontrara con un monstruo de frente mi primera reacción sería correr, y eso que nunca me ha ocurrido. Jamás he visto ninguno pero sí he visto películas, he leído libros y he oído hablar del Coco desde antes de tener consciencia. Nadie se ha parado nunca ha preguntarse qué opinarían los monstruos sobre este punto de vista. 

  Una vez escuché un cuento en el que el famoso lobo de Caperucita Roja narraba su parte de la historia y el lobo parecía pasar a ser la víctima. ¿Hubiésemos sacado la misma conclusión de la misma historia si quien la narraba hubiese sido la mujer o el niño cuya casa allanó Frankenstein?

  
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viernes, 10 de febrero de 2017

FRANKENSTEIN

  Hace unos días leímos en clase un fragmento de Frankenstein, de la autora Mary Shelley. Antes de meterme a comentar dicho fragmento me gustaría hablar de la curiosa historia de esta obra maestra de la literatura universal. Todo comenzó en 1816 en la residencia de Lord Byron en Villa Diodati, Suiza. Mary Shelley y su marido se encontraban allí de visita durante las vacaciones.Una noche, Byron retó al matrimonio Shelley y a su médico personal, John Polidori, a escribir una historia de terror. De ellos solo terminó su historia John Polidori, que escribió nada más y nada menos que El Vampiro, pero Mary Shelley cultivó la idea que la llevaría a escribir la obra que es considerada primera en el género de la ciencia ficción, Frankenstein. Resulta curioso ver como de un concurso entre amigos durante las vacaciones nacieron dos obras de tremenda importancia para la literatura universal.

  Algo que me llamó la atención de este obra es cómo aborda el tema de la marginación y la violencia. A pesar de que esta obra fuera publicada en 1818, estos dos temas están a la orden del día casi 200 años después. Mary Shelley, mediante el personaje del monstruo creado por el doctor Frankenstein, nos ofrece una visión de la relación entre la marginación y la violencia. El monstruo es rechazado por todo el mundo simplemente por su aspecto, por ser diferente. Llega a ser rechazado incluso por su propio creador. Esto se puede extrapolar a nuestros días a multitud de casos de personas de todas las edades que son rechazadas por el resto de la sociedad por el hecho de tener un aspecto, gustos o forma de pensar diferente al resto.

  En la obra además, la autora utiliza esta marginación como uno de los motivos de la violencia del monstruo. El no tener a nadie que le comprenda, o que simplemente le acepte, le lleva a comportarse de una forma violenta y agresiva, llegando incluso a matar a gente. Si bien es cierto que ese componente del monstruo agresivo era necesario para darle a la historia el tinte de terror necesario para el reto de Lord Byron, creo que estaréis de acuerdo conmigo cuando afirmo que si en lugar de un monstruo hecho uniendo partes del cuerpo de personas muertas fuera un adolescente cualquiera, la historia concordaría con cualquier caso de acoso escolar de los que oímos hablar en las noticias día a día.

  En esta obra se combinan los ingredientes necesarios para hacer una obra maestra de la literatura: es la primera en iniciar el género de la ciencia ficción, es una de las novelas de terror más leídas de la literatura, su autora es una mujer, en esa época resulta extraño que el mérito no se lo llevase el marido como ya ha sucedido en ocasiones con otras escritoras, y además contiene una crítica social del ya mencionado tema de la marginación.

  Todos esos componentes han hecho que esta obra salte de la literatura a las pantallas y los teatros en diversas adaptaciones como la película Frankenstein de 1931 o, más actual, Victor Frankenstein, estrenada en 2015.



 


A la izquierda la carátula de Frankenstein (1931) y a la derecha la de Victor Frankenstein (2015)

martes, 7 de febrero de 2017

¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE DEL ARTE?

  Hace unos días leímos en clase el prefacio de El retrato de Dorian Gray escrito por Oscar Wilde. En él el autor demuestra su visión esteticista del arte, y más concretamente de la literatura. Desde su punto de vista lo único importante en una obra literaria es la forma en la que está escrito, obviando por completo el contenido de la misma. Esto lo demuestra en el prefacio cuando dice "Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Esto es todo." Esta frase sin duda llamó mi atención. No hay una manera más clara de decir que el contenido de la obra no importa, sino que es su forma la que convierte a esa obra en arte o no. Con esta afirmación, así como con varias más del prefacio que mencionaré más adelante, estoy en completo desacuerdo. Desde el punto de vista de Oscar Wilde podríamos interpretar que cualquier texto, por ejemplo un ensayo sobre las células del cuerpo humano, pasa a ser arte en el momento en el que está bien escrito. Desde luego para mi esta afirmación es completamente incorrecta, llegando a rozar lo absurdo. Aunque si es verdad que a medida que se avanza en la lectura del prefacio se puede hacer uno una idea de porqué Oscar Wilde pensaba así, sobre todo al llegar a la última frase: "Todo arte es completamente inútil". No puedo estar más en desacuerdo con esa frase, pero es la que me ha hecho entender el punto de vista esteticista de este autor. Cualquier persona que considere que el arte es inútil es lógico que considere que lo más importante de una obra literaria es su forma. Esto se debe a que es una persona que no conoce el verdadero significado y la verdadera utilidad del arte. El arte no existe para ser bonito. El arte, en cualquiera de sus formas, existe como un medio de expresión, como una manera libre y distinta a las demás de transmitir ideas, sentimientos etc. Es algo mucho más allá de una visión superficial o formal, tiene que ver con lo que transmite y hacer sentir, tanto al artista como al receptor. 

  Con esto no quiero decir que la postura de Oscar Wilde sea totalmente incorrecta, dado que no creo que en esto haya una postura correcta o incorrecta, sino distintos puntos de vista. En mi opinión creo que en el término medio está la virtud. Por supuesto considero mucho más importante en una obra literaria que esta te haga pensar, reflexionar, sentir o todo a la vez a que esté escrito de la forma más correcta posible. No obstante considero que aquellas obras literarias que además de conseguir todo esto son correctas desde el punto de vista formal deberían ser consideradas verdadero arte.

lunes, 6 de febrero de 2017

THE GRAY PREFACE

  Una de las lecturas obligatorias de este trimestre es el famosísimo libro de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray. Más adelante, me gustaría hacer una entrada sobre esta novela, pero antes comentaré su no menos famoso prefacio. En él ofrece a sus lectores una crítica a la crítica literaria y una visión esteticista del arte. 

 El esteticismo fue una corriente fruto de la reacción artística ante la literatura moral de la era victoriana. Sus máximos representantes fueron Dante Rosetti, William Morris y el ya mencionado Oscar Wilde. Pero lo más importante es ¿qué defiende esta corriente artística?

  Los esteticistas defendían el arte por el arte y la forma siempre por encima del contenido. Esto puede verse claramente en las siguientes frases del prefacio de Wilde: 
  • Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo.
  • Ningún artista tiene simpatías éticas. Una simpatía ética en un artista constituye un amaneramiento imperdonable de estilo.
  Estas afirmaciones pueden sonar muy radicales (posiblemente fuese la intención del autor) aunque, desde mi punto de vista, me parecen una ligera contradicción ante estas dos frases incluidas en el mismo prefacio: 
  • Ningún artista es nunca morboso. El artista puede expresarlo todo.
  • Todo arte es, a la vez, superficie y símbolo.
  Estoy de acuerdo con estas dos últimas afirmaciones, pues, a mi parecer, el arte tiene dos intenciones principales: desahogar al autor y evocar en el receptor. No creo que pueda crearse arte partiendo sólo de lo estético pues, ¿en quién evocarían sentimientos? Yo lo diré: en la gente superficial. Tampoco creo que pueda crearse arte únicamente mediante el mensaje; se trataría de una mera argumentación. 

  Yo pienso que el arte es una mezcla de ambas y hay gente que se atañe a lo estético y lineal, a gozar del arte sin ningún esfuerzo intelectual, a disfrutarlo como quien consume un programa de televisión con el único objetivo de pasar el rato y esto me parece, cuanto menos, simple y vacío. También existe gente que sólo se centra en el mensaje e intención sin disfrutar la trama, los recursos y lo visual. Normalmente esta gente desecha todo aquello que no vaya acorde con su pensamiento y practica lo que me gusta denominar ''masturbación mental'', consumiendo sólo el arte en el que vean su mentalidad plasmada. Muy a mi pesar he de llamarles cínicos.

  Y luego se encuentra la gente que, es capaz de ver el arte como la comunicación que es. De ver cada uno de sus siete canales dentro de un contexto que puede ser la época en la que vivió el emisor o en la que se encuentra el receptor, con un código que poseen incluso la escultura y pintura y con un mensaje que, desgraciada o afortunadamente, se ve distorsionado por el ruido más precioso, que es nuestra propia mente. Y como toda comunicación necesita un emisor y, cómo no, un receptor que cada vez escasea más. 

  Y llegados a este punto me gustaría hacer una petición a modo de consejo, del que espero realmente que al menos una persona que lea esto no hará oídos sordos: sed receptores y no seáis simples, superficiales, vacíos ni cínicos. Sed receptores y consumid arte, sentíos vivos. Estad de acuerdo y desacuerdo con los mensajes que interpretéis vosotros mismos, que a la larga es la mejor manera de conocerse.

  Me gustaría terminar con dos de los puntos del prefacio que más han llamado mi atención y con los que no podría estar más de acuerdo: '' Los que buscan bajo la superficie, lo hacen a su propio riesgo. Los que intentan descifrar el símbolo lo hacen también a su propio riesgo''.

  Arriesgaos.

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OSCAR WILDE



domingo, 5 de febrero de 2017

HOUYHNHNMS

   La semana pasada leímos en clase unos fragmentos de Los viajes de Gulliver escrita porJonhatan Swift. En unos de ellos Gulliver hablaba con los houyhnhnmsconcretamente con su líder. Los houyhnhnms según se describen en el fragmento son lo que nosotros conocemos como caballos. La diferencia con la que Gulliver se encuentra al llegar allí es que son los caballos los que utilizan a los humanos a su antojo, al contrario de como lo hacemos nosotros. Por eso es un tanto incómoda la situación en la que pone a Gulliver el gobernante de esta especie cuando le pide que le cuente cómo tratan a los de su especie en su tierra natal. Gulliver intenta suavizarlo lo máximo posible, pero si no quiere mentir al monarca debe referirse a los abusos que sufren los caballos en nuestro mundo, como son utilizados como comida, medio de transporte, diversión etc. Como no, el rey de los caballos queda sorprendido de la vida que llevan en ese mundo los de su especie. Desde mi punto de vista lo que el autor intenta en este fragmento es la manera de que nosotros los humanos empaticemos, no solo con los caballos sino con los animales en general. Creo que es una manera muy original de hacerlo ya que no hace como en otras obras que hemos leido, vease el ejemplo de La Vaca Vieja que comenté en la anterior entrada, en las que lo que el autor hacía era describir como se sentía el animal hablando como si fuera él. Aquí sin embargo lo que hace es poner en boca de un humano los numerosos abusos a los que sometemos a los animales. 

   Algo que también llamó mi atención en este fragmento fue la forma en la que el rey se nombra a sí mismo, usando más de 10 adjetivos de admiración y veneración. No había visto una forma de referirse así a un personaje desde que leímos literatura antigua en la que hablaban de esta manera de los dioses, lo cual no ha pasado desapercibido por mi. No solo el autor pone a los caballos por encima de los humanos en este nuevo mundo al que Gulliver llega, sino que ademas los propios caballos se tratan a sí mismos como dioses. Esto da que pensar, ya que yo creo que es la manera que tiene el autor de decirnos que verdaderamente creemos ser dioses cuando queda visto y comprobado que eso está bien lejos de ser real.